La primera vez que pude aislar el ruido de la soledad fue al usar el personal estéreo que me había ganado en un concurso de ortografía organizado por la corporación de colegios municipales de la Florida. Recuerdo que el primer casete que escuché en el aparato fue el disco blanco de los Beatles que me regaló mi primo Marco, un melómano dos años mayor que yo y que ya en esa época había decidido que sus gustos musicales estaban en el hip hop.
Continua leyendo “Casi Christina”Las raíces del agua
Raimundo era un hombre normal.
O por lo menos lo era en el sentido convencional de la palabra. Trabajaba en una fábrica ubicada en las afueras de Santiago, salía de casa casi de madrugada para poder tomar el bus de acercamiento, pero no sin antes dejar servido el desayuno a su mujer y sus dos niños.
Continua leyendo “Las raíces del agua”El enemigo
Este es el segundo borrador de este día. Desde que comenzaron las protestas que he querido escribir. Algo, cualquier cosa, pero no puedo. El miedo, la angustia, los temores de la infancia brotaron, no por arte de magia, sino por falta de ella.
Suelto y borro párrafos, ideas inconexas que en otro momento hubiesen hecho sinapsis. Hoy anduve en auto, camino a Lampa, y no vi (demasiada) destrucción en las cosas, tanto como en los rostros de la gente. Un taxista me habló desde su auto, desesperado porque habían quemado todos los supermercados del sector. No supe que decirle, y dudo que el hubiese puesto atención a mi respuesta, cualquiera hubiese sido.
Pienso en la dictadura, esa que vivieron nuestros papás, y me quiero convencer de que esta vez va a ser distinto. De que acá habrá una salida democrática, de que “las instituciones funcionan”. No les va a salir tan fácil, pienso, la gente tiene teléfonos y eso hace más fácil saber la verdad. Los medios de comunicación de a poco se han cuadrado -obligados y con modorra- a la realidad. Los vándalos son minoría (y repudiables), y las protestas pacíficas proliferan.
Los grupos de WhatsApp arden, los vecinos del condominio comparten audios con rumores de que “quizá esta noche vengan armados desde la población del frente”, en otros grupos se culpa a Maduro, otros con memes que buscan enfriar la fiebre de información.
Amigos con los que me preciaba de no hablar de política me hablan, me dicen que están sufriendo por lo que pasa, me pasan el video del muchacho que balearon en el sur. Esto está pasando frente a nuestros ojos, estoy en shock desde el viernes. Estoy en piloto automático desde ese día, y estoy seguro de que no soy el único.
Entremedio la vida sigue. Hay reuniones, entregas, emails que responder, el regaloneo a los hijos y pensar en los padres de esos ¿15, 20? personas que han muerto. En mi primo-hermano-mayor que es militar y mi tío que está en el sindicato.
Porque eso somos. Somos una opinión que convive con otras opiniones, antagónicas muchas veces, irreconciliables por hechos como los que estamos viviendo ahora. Que no se nos olvide que lo que pasó hace 40 años es una herida que aún no cierra cuando ya se ha abierto esta.
Somos más que opiniones, es cierto. Pero no somos el enemigo. O tal vez sí, somos el enemigo de la élite, esa masa, esa “chusma” que según ellos nunca debió aprender a leer ni escribir. Porque educados somos peligrosos, porque si nos armamos con una olla y una cuchara podemos derrocar a un megamillonario megalómano con problemas de afecto y ansias de poder.
Cuentas en el correo
Jaime Gutiérrez es mi nombre y sí, es un nombre común en Chile. Tan común que en el colegio tenía un compañero que se llamaba igual que yo, tanto es así que en mi familia soy la tercera generación de Jaime Gutiérrez.
No a los autoritarios | Reflexiones arriba de la micro
Publicada en El Desconcierto.
Es difícil que un político, sea del lado que sea, critique abiertamente una dictadura que comparta su domicilio político. Es comprensible, ya sea por órdenes de partido, cálculos políticos o en una de esas por convicción, que un rostro de primera o segunda línea no se atreva a decir algo que, sacados los colores y banderas que uno ha elegido, resulta de perogrullo: Que los Derechos Humanos deben respetarse siempre.
Continua leyendo “No a los autoritarios | Reflexiones arriba de la micro”Homo Chilensis (Reflexiones arriba de la micro)
Publicado originalmente en ChileOkulto.cl
Un privilegio poco frecuente que el chileno medio se puede dar en el transporte público es irse leyendo sentado en la micro o metro. Hoy pude darme ese gustito leyendo “Sapiens” de Yuval Noah Harari, cuyo primer capítulo afirma que es una falacia que neandertales, australopitecus y sapiens (todos de la familia “Homo”) descendamos de línea directa. Me llamó la atención este detalle ya que precisamente fue como lo aprendí en los libros del colegio, editorial Santillana si es que no me falla la memoria.
Continua leyendo “Homo Chilensis (Reflexiones arriba de la micro)”Nos atacaron por sorpresa
Estuvimos viviendo en paz y armonía durante décadas. Se decía que nos habían atacado alguna vez, pero como toda historia que se aleja del presente pasa inexorablemente a ser parte del mito de la comunidad.
Ladridos
Cuando uno llega a cierta edad las pasiones se transforman, y dejan de ser pasiones para convertirse en hábitos.
Continua leyendo “Ladridos”Del como no pude ganarle a mi limonero
Si ya es vergonzoso reconocer que durante años estuve en pie de guerra contra un árbol, peor es reconocer que no gané dicha pelea.
Continua leyendo “Del como no pude ganarle a mi limonero”Recuerdo patente
¿Un piedrazo? Demasiado troglodita.
Aún no sé cómo, pero tengo que vengarme. Desde hace un par de meses creí que ya había dado el asunto por superado, pero desde que vi la maldita patente del auto me di cuenta de que no podía dejarlo pasar.
Continua leyendo “Recuerdo patente”